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Esto es un blog y punto.

viernes, 15 de mayo de 2009

¿Por qué tenemos miedo?

Hace poco viaje a la Ciudad Blanca (por chamba y de “pasadita” por turismo) y además de las salidas, los tours y la buena compañía, al acercarme a uno de los tantos “abismos” del Colca, me puse a pensar en ese algo que todos hemos sentido alguna vez... miedo.
Cuando era niña, tenia miedo a la oscuridad, creo que ello se debió a que cuando mis padres salían en la noche, mis hermanas y yo nos encerrábamos en su cuarto (porque ahí estaba la tele mas grande) y poníamos canal 13 y veíamos la serie (y ojo no la película!) de Freddy Kruguer cuyo introito era el mismo Freddy haciendo las veces de DJ y raspado un disco cual Paul Van Dyke!; es más, tanto era mi miedo a la oscuridad, que el baño del primer piso de mi casa me causaba pavor pues como era oscuro, pensaba que Freddy Kruguer saldría de la tina.

Otro de mis temores, a esa temprana edad, era bañarme con “agua fría” (ojo no piensen que era una cochinota, el problema no era bañarme, el problema era el agua fría!). Creo que eso se debió a que, en uno de mis tantos berrinches de niña, mi papá ya desesperado porque nadie me podía calmar, me metió a la tina y me dijo “te vas a portar bien???” y yo (bien rebelde) respondí: NOOOOOOO!, y mi papá decidió que merecía un duchazo con agua fría (como para los locos). No culpo a mi papá por haber hecho eso, pues ese día yo era Linda Blair (la pequeña Reagan endemoniada de la película “El Exorcista”).

Luego llega el colegio, la universidad, ahí se incrementan los temores, temor de una mala nota (porque sino te clavaban una gritada por haber jalado y porque ello constituía un gasto mas para tu familia), temor de ir a la primera fiesta mixta (en el que tanto chicas como chicas ya no se odian sino que comienzan a sentir “atracción”), temor de no entrar a la universidad, temor del primer día de universidad (son personas que en tu puta vida has visto y que no conoces como a tus amigos de 11 años del colegio), temor de ese primer beso, temor de esa primera vez, miedo a dar tu examen de grado (actualmente, me cago de miedo literalmente), miedo a salir embarazada, miedo al "chote" maldito, miedo a fregarla en el trabajo, miedo a que tus hijos les pase algo, miedo a sufrir un asalto, miedo a que tu familia sufra un accidente, miedo, miedo, miedo… maldito miedo!

Creo que mientras vas creciendo, superas ciertos miedos pero a su vez nacen otros muchas veces de diferente “calibre”, pues normalmente van acompañados de problemas “mayores”.

Confieso que en mi vida he superado algunos temores, y otros aún los tengo (ojo, superé el del agua fría), algunos días me afecta otros no, y creo que esa es la clave. Mi papá siempre me ha dicho que uno nunca debe vivir con miedo y que si lo sientes debes superarlo, pues “No ha aprendido las lecciones de la vida quien diariamente no ha vencido algún temor”; o, en todo caso, si sientes miedo, no lo demuestres!. Considero que es un buen consejo y cada día trato de aplicarlo, aunque debo aceptar que me cuesta mucho, todos dicen "ay! uno no debe vivir temiendole a todo el mundo, enfrenta tus miedos (y sale Fredy Ternero caminando sobre piedras calientes jajaja). Pamplinas!!! todos tenemos miedoooooo!!

Confieso que mi gran temor es “fracasar” porque fracasar no es solo una sensación que le pasa a la persona que le toca pasara por ello, el fracaso viene acompañado de la decepción por parte de los demás y creo que eso es algo que no toleraría…decepcionar a las personas que realmente me importan es un temor que nunca se irá (al menos para mi) y tú........ tienes algun miedo insuperable?

Gritos silenciosos




Hay días, como hoy, en que a Eli le aburre hacer lo que hace, o lo que “supuestamente” hace. A veces, le dan ganas de mandar todo al demonio, dejar de creer el abogado que no es y que de repente nunca será, agarrar sus petacas y viajar…

Días como hoy, no tiene inspiración y le cuesta escribir y argumentar. No ve las horas que el reloj marque un poco mas de las 7 para no sentirse tan mal de dejar el trabajo “tan temprano”, a pesar que terminó todo muy rápido.

Hoy, él quiere dormir o si no puede lograrlo, deternese a pensar que hubiera sido de él si hubiera estudiado otra carrera o hubiera emprendido el negocio de catering que tanto le gusta. Siente que esto del derecho no es lo de él, es más, siente que la justicia ni siquiera se respira en su entorno. 7 años de su vida alrededor de una carrera que no lo llena completamente, hoy tiene una crisis existencial.

El día de hoy, Eli no quiere hacer nada de nada, quiere dedicarse a vivir la vida loca y adisfrutar de unas buenas vacaciones pues hasta el día de hoy, él no conoce el significado de dicha frase. Tampoco quiere llegar a su casa porque sabe que le espera revisar unos expedientes 100 veces más gruesos que una enciclopedia Océano. Solo siente ganas de gritar callado.

Pero luego, despierta (wake up!) y se da cuenta que está sentado frente a su computadora, tratando de sacar sus pendientes de la manera más rápida y eficiente porque es un perfeccionista (es decir un workalcoholic, para ser mas exactos-). Piensa un momento las cosas, y se da cuenta que -a pesar que esto será parte de él por el resto de sus días- no todo es tan malo como parece, que al mal tiempo buena cara y se consuela con saber que lo poco que hace ,ayuda a “alguien” (a pesar que ese alguien no sea ella misma)

Eli, cierra este post y retoma el archivo Word donde estaba preparando un escrito como descargo ante una de esas tantas entidades administrativas del Estado…

sábado, 9 de mayo de 2009

Ella es...


Hoy jueves (este post lo escribí antes de ayer), pensando y coordinando con mi hermana que haremos y que regalaremos a “la mamá” (porque así le llamamos) por el día de la madres (sí, ya sé, no debería haber un solo día de las madres, así como día del padre, del trabajo, del campesino, etc, etc, etc…pero bueno a ella le gusta eso y si podemos alegarla en buena hora!) sentí la necesidad de escribir este post y preguntarme el por qué tanto hombres como mujeres sentimos ese “apego” hacia nuestras madres, también me pregunto día a día ¿cómo es que una madre “soporta” (porque si soportan) lo que sus hijos “sin querer queriendo” les hacen”: He aquí algunas razones por las cuales nuestras madres (o aquellas personas que hacen “las veces de”) no aman con locura:

Razón fisiológica: Todos (tanto hombres como mujeres) nos sentimos biológicamente atados a ella, TODOS nos formamos dentro de ella (en su vientre para ser mas exacto)


Razón afectiva: Madre solo hay una y una que te quiere hasta el final, es inexplicable.

Razón psicológica: Ligada a la razón fisiológica, los hijos al haberse formado dentro de la madre crean un lazo indescifrable, unido a este viene la alegría y preocupación (sentimientos encontrados para toda la vida). Y aquí viene una frase que h escuchado centenares de veces: UNO NUNCA DEJA DE SER MADRE. Así tu hijo tenga 55 años o más (y si tienes el privilegio de tener a tu mamita viva).

Yo no soy madre, pero tengo muchas amigas que lo son, no necesito preguntarles que significa para ellas ser madre, puedo observarlo todos los días, en el trabajo, en la calle, en las clases. Ver a una amiga (que no suele demostrar “cariño”) hablar con su hijo de 3 años por teléfono y decirle “mi amor todo estará bien, te quiero ya?” me hace pensar que una madre por mas témpano que parezca se derrite al sonido de la voz de un hijo. Es inexplicable…así como el fútbol y las compras…

…"El ombligo del mundo la vio nacer hace un poco más de medio siglo. Ella, por amor, dejó su carrera, su familia, su tierra, “su pequeño mundo” por dedicarse no solo a su esposo sino a criar a 3 hijas (una mas loca que otra) que el día de hoy salen adelante, honestas, inteligentes que anhelan tener hijos o hijas y esperan criarlos con los mismos valores, pensamientos vanguardistas pero con el mismo amor que ella les dio. Amante de los boleros, pasillos y del arroz, maniática de la limpieza y el orden (valores que lamentablemente nunca pude cultivar), muchas lunas no la dejan dormir, dueña de una exquisita sazón y gracia. Con solo una mirada y una seña te transmite un “pórtate bien” (es más, hasta ahora siendo ya sus hijas grandulonas lo sigue haciendo). Ella es la única persona del mundo que siempre está, de forma incondicional…Es la constancia dentro de las dudas y miedos de sus hijas y esposo"


Tengo la suerte de tener a mi mamá a mi lado aún, pero no niego que me aturde la idea de pensar que algún día ella no estará y que no tendré con quien conversar en las noches, no tendré a quien sacar de quicio y no tendré a nadie a quien querer como a ella (obviando el amor de padre que ya será parte de algún otro post)

Nosé si mi mamá llegue a leer este post (ojala algún día lo haga, pues eso me demostraría que la tecnología y ella por fin se entendieron) pero me alegra saber que nunca se alejará, que su amor por mi nunca disminuirá por nada en el mundo (y viceversa); y me alegra saber que a pesar que nadie pueda conmigo, ella sonrie y vive feliz y nunca deja de sentir orgullo por mi (el mismo orgullo que sienten sus hijas y su esposo que la contemplan y admiran todos los días)

Todos decimos: No hay nadie como mi mamá …y estoy 100% de acuerdo, apoyo la moción señores!

Feliz día mami!. Gracias por ser “la incondicional”!

lunes, 4 de mayo de 2009

9:05 pm


Entró en su vida un lunes 7 de marzo de 2005 a las 9:05 pm. Ambos echados en una hamaca, leyendo cuentos de Cortázar en el “Bestiario”, anhelando algún día llegar a Budapest con los zapatos rotos, llenos de nieve…

Y es que definitivamente, el destino te juega trucos graciosos, siendo de la misma “promoción” y sin llevar ningún curso juntos en generales letras de aquella universidad que hoy tiene mas de 90 años, teniendo amigos cercanos en común, quienes nunca los presentaron...

Hasta que llegó ese día (en el que lo conoció), ella sola, sin sus mejores amigos (aunque ahí conoció a otras dos personas que ahora son muy buenos amigos H y JM), y él, él con todos sus amigos, la única clase en toda la historia de ese curso que el profesor (como nunca!) dejó trabajos grupales al inicio del curso... y porque el destino ya no tenia como jugarles otra treta, los grupos de trabajo fueron designados en orden de lista (por apellidos para ser mas exactos), y resultó ser que él era A y ella también…

Una tarde, después de la tercera clase, sucede lo siguiente:

Ella dice (temerosa porque no lo conocía): Tú eres O A?

Él dice (cancherísimo y criollísimo como él mismo): Si, yo soy.

Ella dice (con ganas de botarlo del grupo porque nunca se apareció a la primera reunión): Ok, mira estamos en el mismo grupo y ya nos hemos reunido, tendremos mas reuniones, bla bla bla (porque cuando ella está nerviosa se ríe o no deja de hablar)

Él dice: Si, sorry, pero si he buscado información sobre este tema de la exceptio veritatis… (mentira!, él no había buscado ni un carajo, lo que pasa es que tenía y aún tiene buen floro)

Y así, no lo niego ...... esta chica Tula R debería registrar su lema jajaja, ella tiene razón, síe existe eso que ella le llama el “click” (Viva Tongo y su canción!!!) pero en ese entonces no habían “clicks”, habían frases que uno comenzaba y el otro terminaba, maneras de comer unas simples galletas llenas de picardía, miradas que se encontraban, conversaciones (y no en la catedral) sobre música, política, amigos, playa, the doors, entre otros…

Una noche, sucede lo siguiente:

Él dice (tranquilo boby, tranquilo): te acompaño a tu casa?

Ella dice (un poco asustada pues ella vive en el norte y él en el sur): Ok, pero estás seguro?? bla bla bla & ja ja ja (porque -reitero- cuando ella está nerviosa se ríe o no deja de hablar)

Él dice (sin notar el nerviosismo de ella): Claro!, te acompaño hasta la puerta de tu casa.

Y así, esos días, se volvieron una costumbre (una costumbre muy linda por cierto). Ellos sabían que a la salida de clases se iba a ver, ya sea para comer algo en una cafetería cuyo nombre de proveedor prefiero no acordarme; o, para conversar acerca de cómo les fue el día o el fin de semana (porque ellos aún no tenían tanta confianza como para salir los fines de semana)

Un 14 de febrero – y a pesar que ambos no les agrada celebrar ese tipo de fechas- él no le dijo nada, ni si quiera le preguntó si quería salir con él. Ella (esperando algún signo de vida por parte de él o mejor dicho “la invitación”) decidió aceptar la propuesta de otro “amigo” que la rondaba…

En la tarde de ese día, ella salió con este amigo (la pasó fatal, los 4 males se juntaron: mala comida, mala película, mala conversación, mala compañía) regresó a su casa temprano y cayó en cuenta que su celular estaba apagado, al prenderlo tenia 2 llamadas del celular de “él” y 20 llamadas de un teléfono con la serie de una asociación perteneciente a la universidad donde ambos estudiaban…

Ella no lo llamó de vuelta (no sabia si por hacerse la dificil o porque le llegó que se acordara de ella tan tarde y queria hacerlo sufrir un poquito), dejó cargando su celular porque salió a comer con sus padres (necesitaba comer algo, la comida de su salida fue realmente horrible), al regresar, entró a su cuarto y su celular comenzó a timbrar, era “él”, le preguntó en ese tono inquisidor dónde había estado, con quién había salido y qué es lo que había hecho. Ella (que no le aguanta pelos a nadie) le dijo con voz fuerte y clara (pero lo bajó usando su típico tono sarcástico y en pregunta): Qué te importa?.

Luego, él comprendió que no debía hacer esas preguntas, los amigos no hacen esas preguntas y si las hacen las hacen con otro tono y a modo de chisme (que hiciste?, donde fueron?, que tal? Y pasó algo? agarraron?, algo más?). Esa conversación incómoda al principio, se volvió mas jocosa gracias a la intervención de un "buen amigo vanguardista". Desde ese día, comenzaron a hacer planes juntos (a salir juntos, o con otros amigos, pero juntos).

Finalmente, y luego de muchas lunas, tal y como indiqué al comienzo de esta historia, un 7 de marzo a las 9:05 pm decidieron que la “costumbre” de buenos amigos no podía continuar, que ambos se merecían algo más que eso, algo más que ellos sabían que era pero que tenían miedo a enfrentar. Con toda la fuerza del mundo decidieron dar ese pasito que los ha llevado a esta nueva aventura que siguen viviendo hasta el día de hoy.

Peleas, discusiones, rupturas de un día, de meses…pero el mismo amor y la misma balanza que mide y define que las cosas buenas que ellos han pasado compensan todas (realmente TODAS) las malas.

Esta nota es dedicada para ti mi príncipe gris en un día tan especial para ti, feliz cumpleaños!, espero poder celebrar muchos más junto a ti.