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lunes, 4 de mayo de 2009

9:05 pm


Entró en su vida un lunes 7 de marzo de 2005 a las 9:05 pm. Ambos echados en una hamaca, leyendo cuentos de Cortázar en el “Bestiario”, anhelando algún día llegar a Budapest con los zapatos rotos, llenos de nieve…

Y es que definitivamente, el destino te juega trucos graciosos, siendo de la misma “promoción” y sin llevar ningún curso juntos en generales letras de aquella universidad que hoy tiene mas de 90 años, teniendo amigos cercanos en común, quienes nunca los presentaron...

Hasta que llegó ese día (en el que lo conoció), ella sola, sin sus mejores amigos (aunque ahí conoció a otras dos personas que ahora son muy buenos amigos H y JM), y él, él con todos sus amigos, la única clase en toda la historia de ese curso que el profesor (como nunca!) dejó trabajos grupales al inicio del curso... y porque el destino ya no tenia como jugarles otra treta, los grupos de trabajo fueron designados en orden de lista (por apellidos para ser mas exactos), y resultó ser que él era A y ella también…

Una tarde, después de la tercera clase, sucede lo siguiente:

Ella dice (temerosa porque no lo conocía): Tú eres O A?

Él dice (cancherísimo y criollísimo como él mismo): Si, yo soy.

Ella dice (con ganas de botarlo del grupo porque nunca se apareció a la primera reunión): Ok, mira estamos en el mismo grupo y ya nos hemos reunido, tendremos mas reuniones, bla bla bla (porque cuando ella está nerviosa se ríe o no deja de hablar)

Él dice: Si, sorry, pero si he buscado información sobre este tema de la exceptio veritatis… (mentira!, él no había buscado ni un carajo, lo que pasa es que tenía y aún tiene buen floro)

Y así, no lo niego ...... esta chica Tula R debería registrar su lema jajaja, ella tiene razón, síe existe eso que ella le llama el “click” (Viva Tongo y su canción!!!) pero en ese entonces no habían “clicks”, habían frases que uno comenzaba y el otro terminaba, maneras de comer unas simples galletas llenas de picardía, miradas que se encontraban, conversaciones (y no en la catedral) sobre música, política, amigos, playa, the doors, entre otros…

Una noche, sucede lo siguiente:

Él dice (tranquilo boby, tranquilo): te acompaño a tu casa?

Ella dice (un poco asustada pues ella vive en el norte y él en el sur): Ok, pero estás seguro?? bla bla bla & ja ja ja (porque -reitero- cuando ella está nerviosa se ríe o no deja de hablar)

Él dice (sin notar el nerviosismo de ella): Claro!, te acompaño hasta la puerta de tu casa.

Y así, esos días, se volvieron una costumbre (una costumbre muy linda por cierto). Ellos sabían que a la salida de clases se iba a ver, ya sea para comer algo en una cafetería cuyo nombre de proveedor prefiero no acordarme; o, para conversar acerca de cómo les fue el día o el fin de semana (porque ellos aún no tenían tanta confianza como para salir los fines de semana)

Un 14 de febrero – y a pesar que ambos no les agrada celebrar ese tipo de fechas- él no le dijo nada, ni si quiera le preguntó si quería salir con él. Ella (esperando algún signo de vida por parte de él o mejor dicho “la invitación”) decidió aceptar la propuesta de otro “amigo” que la rondaba…

En la tarde de ese día, ella salió con este amigo (la pasó fatal, los 4 males se juntaron: mala comida, mala película, mala conversación, mala compañía) regresó a su casa temprano y cayó en cuenta que su celular estaba apagado, al prenderlo tenia 2 llamadas del celular de “él” y 20 llamadas de un teléfono con la serie de una asociación perteneciente a la universidad donde ambos estudiaban…

Ella no lo llamó de vuelta (no sabia si por hacerse la dificil o porque le llegó que se acordara de ella tan tarde y queria hacerlo sufrir un poquito), dejó cargando su celular porque salió a comer con sus padres (necesitaba comer algo, la comida de su salida fue realmente horrible), al regresar, entró a su cuarto y su celular comenzó a timbrar, era “él”, le preguntó en ese tono inquisidor dónde había estado, con quién había salido y qué es lo que había hecho. Ella (que no le aguanta pelos a nadie) le dijo con voz fuerte y clara (pero lo bajó usando su típico tono sarcástico y en pregunta): Qué te importa?.

Luego, él comprendió que no debía hacer esas preguntas, los amigos no hacen esas preguntas y si las hacen las hacen con otro tono y a modo de chisme (que hiciste?, donde fueron?, que tal? Y pasó algo? agarraron?, algo más?). Esa conversación incómoda al principio, se volvió mas jocosa gracias a la intervención de un "buen amigo vanguardista". Desde ese día, comenzaron a hacer planes juntos (a salir juntos, o con otros amigos, pero juntos).

Finalmente, y luego de muchas lunas, tal y como indiqué al comienzo de esta historia, un 7 de marzo a las 9:05 pm decidieron que la “costumbre” de buenos amigos no podía continuar, que ambos se merecían algo más que eso, algo más que ellos sabían que era pero que tenían miedo a enfrentar. Con toda la fuerza del mundo decidieron dar ese pasito que los ha llevado a esta nueva aventura que siguen viviendo hasta el día de hoy.

Peleas, discusiones, rupturas de un día, de meses…pero el mismo amor y la misma balanza que mide y define que las cosas buenas que ellos han pasado compensan todas (realmente TODAS) las malas.

Esta nota es dedicada para ti mi príncipe gris en un día tan especial para ti, feliz cumpleaños!, espero poder celebrar muchos más junto a ti.

2 comentarios:

  1. MOCHILITAS!!!! JAJAJJA
    QUE LINDO !!!! JAJAJAJAJA

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  2. LLoro!!! es el mejor sentimiento...despues de todo siempre llega la calma!!! besos
    y felis dia O A.

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